martes, 26 de febrero de 2013

Autoestima sana para nuestros hijos

Ilustración de Juan Sebastián Amadeo
Aunque digamos que no, los padres siempre queremos que nuestros hijos lleguen allí donde nosotros no llegamos. Muchas veces queremos entusiasmarles con las misma cosas que nos gustan  o inculcarles aquello que nosotros quisimos hacer o ser. Diremos que no, pero nos gusta pensar que nuestro hijos son los mejores en deportes, los más buenos, los que mejores notas sacan, las más bonitas y los más guapetones. "Es un lince en mates", "el que más corre", "el que mejor nada", "la más buena". ¿Os suena?. Yo también entono el mea culpa. Deberíamos ayudar a nuestros hijos a desmontar ese yo tan tremendo que pasan construyendo los primeros años de sus vidas. Y es que si bien es necesario que tengan la autoestima alta, lo que necesitan tener es una autoestima sana. 
Pues sí, tu amiguita nada muy bien ¿verdad?. No siempre van a poder ser los primeros, no pueden sacar siempre sobresaliente. Es bueno que lo sepan, que aprendan y no sufran si un día cometen un fallo, si se equivocan, si no son los primeros. Que se quieran y se sientan queridos por como son y lo que son. Que no tengan miedo a equivocarse. Si saben ver sus errores, aprenderán de ellos y valorarán más sus aciertos. 

domingo, 24 de febrero de 2013

Como de la chistera del mago

Elina Ellis ilustración
Hoy me siento para contaros. Mi bolso parece la chistera de un mago. Sale de todo. El próximo que adquiera va a ser el más pequeño de la tienda. Lo prometo. Quiero sacar el monedero y saco un palo de chupa chups envuelto en un lazo verde, busco los pañuelos de papel y salen tuneados con cromos de las monsters. Hay chapas, papelitos de colores, lapiceros, el juguete de turno de mcdonalds, una pin y pon rosa que Pizpireta no encontraba y "la pulsera que me regaló mi amiga, gracias mami no la encontraba" que diría Pitagorina. En fin. ¿Por qué no llevaré un bolso yo la mar de ordenado?Con sus llaves de casa, esas que nunca encuentro, su cartera a juego, una barra de labios y un pulverizador de perfume, mi agenda, mi móvil y unos kleenex. 
Envidio sanamente a esas mamis que salen el lunes peinadas y vestidas como recién salidas del estilista, con sus coches inmaculados, ¿sólo las mías comen galletas en el coche?. Seguro que de sus bolsos no salen conejos. Decididamente he de organizarme mejor. Estoy en uno de esos momentos que yo llamo "mamá buscando a Silvia desesperadamente". 
Pero hoy es domingo y me toca tarde de palomitas, hacer un bizcocho, preparar mochilas, jugar a 
los playmobils, baños y puzzles. Mejor empiezo mañana, cuando suene la alarma del despertador y corra escaleras arriba, escaleras abajo y no encuentre las llaves, mañana cuando le ponga a Pitagorina la falda del uniforme de su hermana y le diga, "vaya cómo estás creciendo". Mejor cuando me peine mi larga melena en una cola de caballo y ceda la tentación de ponerme unos tacones que tengo mucha prisa. Eso, mejor más tarde me busco y me encuentro. Ahora saco de mi chistera la mejor de las sonrisas, que lleve lo que lleve puesto, tarde más o tarde menos, se me quemen las lentejas o no suba el bizcocho, para mis hadas, yo soy la mamá más bonita del mundo. Vale. Pero quiero un bolso más pequeño.

domingo, 17 de febrero de 2013

Abuelas

Ilustración: Elina Ellis

Me acuerdo muchísimo de mi abuela Mercedes. Esta preciosa ilustración de Elina Ellis me la ha recordado. Para ser justos le faltaría su toquilla de punto. Nunca la vi sin su moño. Incluso cuando el pelo se le quedó más pobre que blanco, ella llevaba su moño elegante. Los ovillos de lana y las agujas de coser para hacernos bufandas de colores a mi y a mis numerosos primos. 
Mi abuela vivía con nosotros en casa como raras veces sucede ya, aunque viajaba con frecuencia a visitar a mis tíos y tías. Tenía 8 hijos y si alguno de mis primos se atreve que me cuente cuántos nietos y nietas. Nacho, Fernando, Carolina y yo eramos de los chiquititos. La recuerdo contándome historias de cuando era niña, de la guerra, del hambre, de cómo aprendió a coser, la recuerdo entre fogones, cocinando arroz del puchero, empanadillas y buñuelos de cuaresma. Me gustaba que me peinara y me llevara al cole, era mi más fiel defensora cuando mami se enfadaba conmigo. Sus abrazos eran insuperables y su presencia entrañable. 
Mis hijas adoran a su abuela, su yaya. Cuando ella llega a casa, llega otro amor más para mis hadas, otro incondicional y además totalmente libre de los miedos, temores y responsabilidades de nosotros sus padres. Los abuelos ayudan a nuestros hijos a construir su historia, a mantener su identidad. Adoro escuchar a mamá contando batallitas a mis hijas de cuando ella era pequeña y enseñándolas a confeccionar con trapos de cocina lindas muñecas con grandes ojos de botones. Y sé, aunque no debiera, de las confidencias que mis peques le hacen a su yaya. Me toca lidiar con su extra dosis de mimos, pero me parece que los abuelos son un tesoro incalculable para nuestros hijos. ¿No crees?

sábado, 16 de febrero de 2013

Educar: el castigo como último recurso


"Esta semana están castigados sin ver la tele, esta están castigados sin la nintendo, no, esta semana están castigados pero todavía no sabemos sin qué o con qué". Sin chuches, sin salir a montar en bici, sin su postre preferido, sin cromos, sin, sin, sin o con, con y con. Así conozco a más de un papá y una mamá que me cuentan semana sí, semana también cómo la última trastada de su hijo/hija ha acabado en castigo. 
Pitagorian y Pizpireta se quejan de que no las castigamos. Sí, sí, de vez en cuando nos dicen ¿por qué no nos castigáis?. La verdad es que las hadas del túnel son bastante buenas y raras veces nos han dado serios motivos para castigarlas. Claro, cómo no, que han sufrido sus pataletas y rabietas en el supermercado y que como buenas hermanas que se quieren y están a todas horas juntas se chinchan a todas horas. Pero, cierto, no hemos sido sus papás mucho de castigarlas. El castigo es una estrategia educativa al uso pero yo quiero siempre verla como el último recurso. Y pienso que para evitar el castigo de mañana hay que educar, advertir y prevenir hoy.
Ilustración: Isabelle Arsenault
Se ríe mi amiga Manuela cuando le cuento que advierto a mis pequeñas cuando veo que la cosa se pone difícil y yo ya estoy acabando con mi paciencia: "Niñas, cuidado. Mami está ya un poco nerviosa y si seguís así voy a enfadarme seriamente. No lo digo más niñas, mami no está hoy de buen humor, así que id bajando la voz". A mi me funciona fenomenal "el aviso", como yo lo llamo.
Es que yo al castigo per se le veo muchísimas desventajas, o al menos me sugiere muchas dudas. Por ejemplo:

¿Es eficaz porque genera miedo? ¿ Puede contribuir a que nuestros hijos nos oculten las cosas y nos mientan? ¿sirve realmente para enseñar algo? ¿reafirma sinceramente la autoridad de los papás? ¿pierde su eficacia por ser reiterado?. 
Una de las amiguitas de mi hija mayor siempre le dice risueña que está castigada, como el que oye llover, como el que come pan con chocolate para merendar. Si bien, hay veces que puede ser más que justificado, deberían darse algunas circunstancias para que sea eficaz:

  • Debe ser excepcional. Nuestro último recurso después de probar otras alternativas. ¿Dialogamos?
  • Debe ser puntual y no reiterativo. Es absurdo aplicar un castigo de forma frecuente por lo mismo.
  • Por favor, que papá y mamá estén de acuerdo.
  • Debe ser inmediato. Los niños deben entender qué no se ha hecho bien y proporcional y justo.
  • Los papis tenemos que dar ejemplo. Si estás diciendo palabrotas en casa, no puedes regañar a tus hijos cuando ellos las repitan.
  • Y ya que castigamos, nos aseguramos de que ese castigo enseña algo.
  • Cuidado. Nuestros hijos deben saber que castigamos una conducta determinada y no a ellos como personas. 
Me quedo con las palabras del doctor Guillermo Ballenato: El castigo pierde su validez si se aplica de forma inconsciente, pero puede resultar eficaz si ha sido coherente, puntual, avisado, razonado, justo e inmediato,

Si educamos desde la más tierna infancia con afecto, responsabilidad y confianza, los castigos pueden ser prácticamente innecesarios. Aunque, como siempre digo, educar es tan difícil como pescar estrellas.


miércoles, 13 de febrero de 2013

Un amor excepcional

Queridos paseantes, algunos os gustará más, a otros menos, pero todos estamos rodeados de amor en sus más de una y mil formas. Os dejo esta preciosa ilustración de Jesús de Perceval y una pequeña reflexión. Mi pequeño regalo de San Valentín para vosotros:

"En los amores pasajeros lo que uno busca son cosas excepcionales; en los amores profundos lo que uno quiere es tiempo para compartir las cosas de todos los días ; porque las cosas de todos los días se vuelven excepcionales."


Nuevas lecturas: El libro de los veranos

Ilustración: Nicole Wong
Acabo de regalarme una nueva lectura: "El libro de los veranos", de Emilya Hall y editado en España por Suma de letras. Está a la espera de ser abierto, de empezarse. Me encanta cuando empiezo a leer algo nuevo, lo hago con emoción y expectativa. Si el libro me gusta, lo acabo con nostalgia. Ya veremos qué sucede con la primera obra de esta autora inglesa de origen húngaro.
De ella han dicho:

Publishers Weekly: una primera novela preciosa e inolvidable...
Lancashire Evening Post: impresionante debut de Hall...
Cosmopolitan: un libro adictivo y un asombroso debut para E. Hall....

viernes, 8 de febrero de 2013

Mamá, palabra pequeña de eco inmenso


Hoy me ha dicho mi hija pequeña: "Estás preciosa mami. Tienes la piel tan suave... ¿Me guardas tus zapatos para cuando yo sea mayor?". Me la como, vamos. Frases así me las regalan asiduamente mis hadas  pero hoy me he visto reflejada en ellas, me he reconocido a mi misma, pequeñita, con mis trenzas, mirando a mi madre. Por un instante he recordado lo que me gustaba el olor de su piel y cómo me reconfortaba refugiarme en su regazo después de un agotador día de juegos o de un difícil día de cole. Ahora que soy mayor, todavía la achucho y siento su fuerza. Infinita. Incalculable. "Mamá", una palabra tan corta y de tan inmenso eco.
ilustración:  Noah Klocek

Decía mi admirado Juan Ramón Jiménez:

Te digo, al llegar madre,
que tú eres como el mar;
que aunque las olas
de tus años se cambien y te muden,
siempre es igual tu sitio,
al paso de mi alma.

jueves, 7 de febrero de 2013

Preciosas ilustraciones para tus eventos familiares

Esta semana en cosas bonitas que me encuentro, no puedo dejar de recomendaros que visitéis la web de María García Mayora.
Amante como soy de la ilustración, buscaba algo especial para un evento especial, la comunión de Pitagorina y ¡lo he encontrado!. Los lapiceros de colores de María son una delicia. Recordatorios, invitaciones para fiestas de cumpleaños, comuniones, bautizos, bodas, eventos...y también cuadros personalizados, agendas, camisetas. Lo mejor, un trato de lo más personalizado, precios muy competitivos y una asombrosa rapidez en la entrega. 


Cuentos para educar en la tolerancia y el respeto

"El abuelo dice que el mar es azul. Yo nunca lo he visto. Pero lo he dibujado en la arena. Mi mar no es azul. Es del mismo color que las cabras y los camellos: del color de la arena. Dice también el abuelo que el día que yo vea el mar, podré pintarlo de azul, y que ese día seremos libres."
Lo único que necesita el niño protagonista de este cuento para ser feliz es papel y lápices de colores. Lástima que no siempre llegan a su campamento.
Esta historia está inspirada en los talleres que ART and LIFE organiza en distintos países en apoyo de los niños y niñas. Es un cuento precioso para niñ@s a partir de seis años. Los cuentos me parecen siempre un instrumento maravilloso para explicar a mis hijas que el mundo va más allá del que ven cada día. Una manera efectiva de educar en el respeto y la tolerancia.

domingo, 3 de febrero de 2013

Últimas lecturas imprescindibles

ilustración: Kim Ji-Hyuck, Hanuol

Esta bien, os dejo mi lista de imprescindibles de estos últimos años. ¡Cuidado!, la lectura es libre y lo que para uno es hermoso, otros detestan. Para mi, ha sido un regalo leer:

La elegancia del Erizo (Muriel Barbery), La Soledad de los números primos (Paolo Giordano), Delicadeza (David Foenkinos), La tregua (Mario Benedetti) y Casa de verano con piscina (Herman Koch). Me encantaría saber de tus imprescindibles.

sábado, 2 de febrero de 2013

Manualidades de fieltro


Tengo por casa un montón de restos de fieltro después de estas Navidades, así es que me ha encantado esta fantástica propuesta de charhadas y ahora que se acerca carnaval y el cumple de mi pequeña Pizpireta, me parece una idea de lo más sencilla y original para hacer en casa. Para mis chicas y sus amigas que juegan a ser princesas y por qué no....¿algún mago suelto?. 

Necesitas: fieltro de colores, palos de madera, relleno o algodón,
 aguja e hilo o máquina de coser, pegamento y cintas de colores.


viernes, 1 de febrero de 2013

Cada cosa a su tiempo. Por la slow education




ilustración: Genevieve Godbout
Y de repente te van diciendo: "no mamá, ya me visto sola o no mamá, esta ropa no me gusta o quiero ir a casa de mi amiguita a dormir. Mamá, por favor, no te das cuenta de que ya me estoy haciendo mayor”. Retahílas de: “fulanito tiene móvil, menganita va a una fiesta de pijamas, relanita se acuesta mucho más tarde que yo y a noséquién le dejan ver ya pelis de supermiedo”.  Acabáramos. ¡Pues claro que me doy cuenta! Y me está costando un horror. Creo que era ayer que la acurrucaba en mis brazos y todavía no me he recuperado de las noches en vela y así, sin avisar, de golpe, se me está haciendo mayor. Raíces para crecer, desde luego y alas para volar, ya lo creo, ya lo sé y ya lo sabes, pero qué difícil es.
En estos tiempos trepidantes queremos educar de forma veloz, fraudulentamente ayudados por el entorno que  está haciendo que nuestros hijos se hagan mayores antes de tiempo. Los dibujos, la publicidad, los juguetes, todo está orientado a que nuestros hijos crezcan ya y eso no puede ser bueno. ¿Pero cómo te desvinculas?.  Mi pequeña Pizpireta  y sus amiguitas están seducidas por el mundo MonsterHigh y son muñecas y dibujos de monstruosas alumnas de instituto, adolescentes para un público infantil. Pitagorina vive bajo el sueño de Violetta, la nueva serie de Disney Channel que tiene enganchadas a todas las niñas.  Y nosotros los papis, ayudando.
“¿Cuándo vas a dejarme ir a dormir a casa de mis amigas?”. ¿Cuándo la voy a ver suficientemente mayor?. La vida social de nuestros  hijos se adelanta a la de sus papás, a veces incluso de ella derivamos la nuestra. Creo que es necesario más vida familiar, la social ha de venir de forma natural, a la edad apropiada. Las alas de nuestros hijos, vienen de serie, las llevan colocadas. ¿Por qué echarlos a volar antes de tiempo?, acortando su infancia, haciéndolos inmaduros, menos felices. Por favor, todo en su momento. Despacito, es más difícil, pero es mucho más bonito.  Tan de moda que se ha puesto la slow food y la slow city, sepamos valorar la slow education.