jueves, 30 de mayo de 2013

Wilson, ese soy yo, y me quiero quedar en el Túnel

Me llamo Wilson, tengo dos meses y soy el cachorro de Westy que se ha colado en el túnel de las hadas. La verdad es que se lo estoy poniendo difícil a mi nueva familia, pero ellos todavía no saben lo tozudo que soy. Ya ves, me fueron a buscar a Granada, soy un señorito andaluz bien guapo, pero venía ya malito sin ellos saberlo. A los dos días de estar en el túnel me diagnostican Parvovirosis y casi todos me dan unos días de vida. Me he pasado una semana en el hospital con unos veterinarios tan tozudos como yo: Cristina, Juande, Alicia, Bea, Mai y hasta Mª José me han cuidado hasta la saciedad para que mis dueñas no sigan llorando. Ellos son el equipo profesional de Nuevo Valdepeñas Veterinarios, les he dado mucha lata, pero me han cuidado tanto que ya los quiero un montón. A mi me duele un montón la barriguita, hoy he vuelto al hospital. Estoy bajito de defensas y necesitaba suero pero ¡he vuelto a casa!. ¡Faltaría más !que con lo que aquí parece que me quieren no me vaya a poner yo bien. Empiezo a pensar que mi dueña debería tener un apartado solo para mí en el túnel, así os cuenta lo mucho que estoy avanzando y las trastadas que pienso hacer en cuanto me ponga más fuerte.

Desde aquí, quiero lanzar un mensaje de esperanza y optimismo. Si alguien tiene un cachorro en mi misma situación, que no desista en la lucha. El parvovirus es muy peligroso y letal pero a tiempo, bien tratado y con un poquito de suerte, puede superarse. Mira por donde a mis dueños les han venido al pelo estas palabras de Robert Burton: 

La esperanza y la paciencia son dos infalibles remedios, los más seguros y suaves, para descansar mientras dura la adversidad.


miércoles, 29 de mayo de 2013

Soy una mamá normal

Ilustración: Mayka García Montava
Soy una mamá normal. Ni fantástica, ni con superpoderes. A veces estoy cansada y me subo por las paredes, abro la puerta y salgo a respirar. Y cuento hasta diez. Muchas veces superprotejo, la mayoría del tiempo soy achuchona y besucona. Mi vecina bien sabe que alguna voz se me escapa. Sobretodo en horas punta. Ya sabes, la hora de ir al cole, "por favor niñas, que llegamos todos los días tardeeee" y la hora de ir a la cama, esa en la que ellas nunca piensan y me siento como de procesión semanasantera, pasito a pasito para lavarnos los dientes y subir las escaleras. Soy una mamá normal. Me cuesta un horror encontrar un ratito minúsculo para mi. A decir verdad, hace unos meses que me regalo unas clases en el gimnasio pero siempre sucede algo que me impide ir. Con los fogones me peleo todos los días. Reconozco que he mejorado mucho desde que hace 13 años dejé la casa de mamá, insuperable cocinera. Soy una mamá normal. No tengo ni idea de coser. "La mami de mi amiguita tal cose, y la de tal también ¿tú porque no lo aprendiste, mami?". Pues veréis reinas, a mamá le dan pavor los hilos, los dedales y las agujas. Y no será porque vuestra abuela no intentara que yo aprendiera. Nada. Yo los trajes estupendos de los festivales de mis hijas los llevo a la modista. Qué vamos a hacecerle. Soy una mamá normal y de todo no sé hacer. Bueno, últimamente tengo a otras mamis duendecillas de las agujas que me ayudan en estas labores.  
Tengo dos hijas normales. Por esos son preciosas y maravillosas. No pretendo que sean las más rápidas, las más listas, las que nadan o bailan mejor. Cuando me equivoco, pido perdón y les digo lo siento. Intento buscar el breve espacio que me deja ser un rato yo. Ya sabes, mami buscando a Silvia desesperadamente. Porque hasta papá se asombra de las veces que en esta casa a lo largo del día se escucha "mami, mamita, mamá, mama, mamuchi, mamaaa y papa dile a mami que venga". Un clásico en tu casa también, ¿no? seguro. Soy una mamá normal. Me enfado, me canso, doy voces, me agoto y me recupero todos los días.  El otro día Pitagorina respondía así a un ejercicio del colegio sobre las profesiones de sus padres: "papá: ingeniero; mamá: periodista, escritora, cocinera, cuidadora de nosotras y de papi, tiene un blog, profesora de inglés, planchadora, etc..". Me encantó lo de etc. Soy una mamá normal, felizmente normal, con un montón de etcs. Y sin un montón de ellos también.





lunes, 27 de mayo de 2013

Esta semana te recomiendo: Sister's Tocados

Hace días que tengo ganas de hablaros de Sister's Tocados. Ya sabéis, una de esas cosas bonitas que me encuentro. Y ahora que tengo a mis amigas en danza con sus agendas repletas de comuniones, bodas y bautizos, festivales y otros eventos a la vista, me parece que merece la pena que visitéis en la red este fantástico taller. El vestido más sencillo te lucirá precioso porque son capaces de sacar lo mejor de ti. En Sister's trabajan artesanalmente y de forma personalizada para crear maravillosos tocados, diademas y collares. Colores, materiales, telas, piedras, plumas, todo un arsenal para crear algo único y especial para ti. ¡Me encantan!. Por eso son mi recomendación para esta semana.



sábado, 25 de mayo de 2013

Yo ordenando y ellas enredando

Chloé Rémiat
Pues a mí me sucede siempre lo mismo.Si tengo la casa impecable, me aguarda una montaña de ropa para planchar y si tengo toda la ropa en su sitio sólo pueden suceder dos cosas: la casa está sin barrer o mi madre se ha recorrido 700km. ¡Ainnns¡. Con lo fan que soy yo de las revistas EL MUEBLE que atesoro una cantidad digna de coleccionista. Y siempre me pregunto ¿cómo lo hacen?. Todo tan blanco,  todo tan ordenado y bien colocado. ¿No hay niños en esas casas? ¿y juguetes? ¿bicis o patinetes?¿restos de plastilina? ¿qué me dices de los macarrones pintados para hacer collares?. En fin. Yo ordenando y ellas enredando. Felices, eso sí. El otro día sin ir más lejos se apoderaron de las pinzas de la ropa y un par de mantas de sofá. Mientras yo me peleaba con la plancha, montaron un refugio en su cuarto de juegos con todos los cojines y almohadas que hay en mi casa. ¡Madre mía!, si al final lleva razón el papá de las hadas, ¿cómo puedo tener tantos?. ¡A recoger, niñas!. Y ya terminamos abajo que suben arriba porque toca jugar a disfrazarse, pero no con la colección de disfraces que tienen sino con la ropa de mamá: zapatos y cinturones, pañuelos y vestidos y pinturas, ¡ay pinturas!. Y qué olor. ¿No me digáis que habéis perfumado a las Nancys?. Sí. Me lo dicen. Con el perfume "La robe noir" de Guerlain. Medio frasco. A papi casi le da un desmayo. En fin, si bajan a la cocina, ni te cuento la que son capaces de organizar con los tuppers y deciros que ya no me quedan cajas de zapatos. ¡Les encantan las cajas de zapatos!. Les sirven para todos esos maravillosos regalos que los hijos pequeños son capaces de regalarles a sus padres: colección de hormigas y bichos, piedritas del camino, hojas que he recogido en el patio, etc,etc.
Bueno, pues eso, que el lunes por la mañana parece que por mi casa ha pasado un Tsunami, pero cómo disfrutan del fin de semana estas dos señoritas. 

viernes, 24 de mayo de 2013

Mientras tanto

Ilustración: Christian Asuh
Mientras tanto. Mientras esperamos todo sigue avanzando igual. Wilson, nuestro cachorrito enfermo con parvovirosis sigue con su particular lucha: su organismo contra el virus. ¿Quién vencerá?. Sólo esperamos que Wilson haga honor a su nombre, en clara deferencia al balón superviviente que acompañó a un náufrago Tom Hanks. En el túnel las hadas lo esperan, el equipo veterinario que lo atiende se desvive por sacarlo adelante. Todo sea por mi tozudez de que así sea. Os contaré.
Mientras, la primavera sigue al escondite, papá sigue con su alergia, los exámenes finales de las niñas a la vuelta de la esquina y los festivales. ¡Los festivales!. Me toca ir de compras, me toca conseguir, sombrillas chinescas y disfraces de orquídea para el cole, me toca pedir que confeccionen los tutús de ballet. Porque a mi una aguja y un dedal me espantan, que vamos a hacerle.
Mientras, el ayuntamiento ha decidido arreglar la calle en la que vivo. A mi buzón ha llegado una carta: "rogamos disculpe las molestias que van a ocasionarle las obras de duración aproximada: un mes". Un mes. Vamos, un mes conviviendo con el polvo y el ruido de los cuatro camiones que me han despertado esta mañana. Mientras: estoy apurando una caja de Pharmaton complex, estoy leyendo "Dulce enemiga mía", de Marcela Serrano, terminando de confeccionar la renta, fumigando el pulgón de los rosales, editando fotos comunión Pitagorina, enfadada con la cocina, enfadada con los armarios y llegando a fin de curso con la lengua fuera. 

martes, 21 de mayo de 2013

Luchando con nuestro cachorro frente al Parvovirus


Negociando con las estrellas, así me siento hoy. La ilustración es de Lonejane

Pensé que después de perder a mi perrita Dalsy jamás volvería a tener un cachorro en casa. Pero el inmenso amor que sienten mis hijas por los animales y en especial Pitagorina, nos han conducido a traer a casa a Wilson. Mi precioso cachorro de raza Westy llegó el sábado a mi casa. Desparasitado, con sus primeras vacunas y con el respaldo de su criador. El domingo empezó a mostrarse cabizbajo, tristón  e inapetente. Hoy martes está hospitalizado en la clínica veterinaria con diagnóstico grave por infección por parvovirus.
Yo que siempre  os traigo cosas bonitas por el túnel, hoy quiero contaros lo que está siendo esta experiencia para mi familia. Difícil, dolorosa y tremendamente desafortunada. Las hadas lloran a ratos, yo tengo gris el corazón y papá, como es costumbre, nos sostiene como puede a las tres. No sabemos si supere este reto que le lanza la vida. Si buscas en internet sobre esta enfermedad te puedes poner a temblar. Sólo el 70% de los cachorros que se infectan sobreviven. Quiero tener esperanza y pensar que el pequeño Wilson va a luchar duro porque aquí lo queremos de vuelta, porque no estábamos en absoluto preparados para que llegara nos robara el corazón y se fuera tan deprisa. Nos resistimos.
Fundamentales son las primeras 72 horas que tenemos por delante. Y lo único positivo es que no hemos dudado en llevarlo a su veterinario en cuanto los primeros síntomas aparecieron ( a los mencionados arriba, fuertes diarreas). Sólo los que amamos los animales sabemos cuánto se sufre por ellos. Sabed paseantes que me siento muy responsable por el dolor que sienten ahora mis hijas pero que quiero ser fuerte y que estén preparadas para todo. Para que vuelva o para que no regrese. Los niños que tienen animales son más sensibles y empáticos que los que no los tienen y desde luego que esto es un golpe de madurez, de aprendizaje para mis pequeñas. Pero cómo duele. 


viernes, 17 de mayo de 2013

Ilustración de Noir Song







Y llego al viernes fundida, con los pies helados, con el abrigo guardado y rescatando el paraguas. Pero llego al viernes. Con ganas de que una buena lectura me cierre los ojos, saboreando un chocolate caliente. Las hadas somos de sol, de aire y de luz. Pero si la tarde nos coge fría y llueve, no hay nada que nos guste más que refugiarnos tras los cristales de casa. Muy feliz fin de semana mis queridos paseantes.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Un premio para el túnel. Mil gracias

¡Mirad que ha llegado al túnel!, Como cuando te llega un ramo de flores inesperado a casa, ayer recibí con ilusión el reconocimiento de quiénes frecuentan y pasean por el túnel. Muchísimas gracias a El mundo entre migas de galletas, de su mano llegó este premio.
Mis queridos paseantes, muchas veces me produce vértigo saberos ahí detrás. Lo que empezó casi por casualidad, este blog, es hoy un refugio para mi, un lugar al que me escapo y en el que cuento lo que me place: muchas veces anécdotas de mi vida cotidiana, más veces sentimientos y sensaciones que dejo ahí, para que no se me olvide y para que mis hijas cuando crezcan sepan lo feliz que me siento hoy. Lo agradecida que le estoy a la vida. Tengo mil días buenos y quinientos malos, como tú, pero en mi túnel sólo caben las cosas bonitas que me encuentro. Me encantan las flores, las plantas, los jardines. Siempre digo que los jardines son como la felicidad, hay que trabajarlos a diario, hay que cuidarlos, mimarlos. Por supuesto que te pinchas, por supuesto que se marchitan las flores, que se llenan de pulgón los rosales y hay que fumigar. Pero con paciencia, tiempo, dedicación ¡y mucho sol!, te levantas un día y eres capaz de apreciar la belleza que hay detrás de las pequeñas cosas. Eso es en definitiva la esencia de mi túnel que es tu casa. Gracias

lunes, 13 de mayo de 2013

Con cara de "mamisiemprelohacetodobien". Pues va a ser que no.

Ilustración de Nathalie Jomard
Pues veréis, hoy he mandado a Pitagorina con dos, no una, dos braguitas puestas. Unas rojas sobre unas blancas. Tan despistada, tan apresurada por la mañana como voy, no es de extrañar que cuente ya con una buena retahíla de anécdotas. Más de un día  he dejado las mochilas en la puerta listas para ser cargadas en el maletero pero olvidadas y recordadas sólo al llegar a la puerta del cole. No hace mucho me preguntaba cómo era posible, qué increíble, me decía a mi misma, lo que ha crecido Pitagorina si voy a tener que hacerle un uniforme nuevo a medio curso...._Mami (al bajar del coche), que creo que me has puesto la falda de mi hermana y a ella la mía. Upps. Las llaves de casa me han aguardado en más de una ocasión puestas en la puerta, esperando mi regreso del cole o directamente, pasen ustedes, me he dejado la puerta abierta de par en par. 
Por las tardes, no voy a mejor. _ Chicas, ¿habéis visto mi bolso? y las llaves, ¿dónde he puesto las llaves?. Que va Pizpireta a ballet con la bolsa de su hermana o viceversa y una u otra llevan las zapatillas pequeñas o grandes, eso es ya un clásico. 
La otra tarde, Pitagorina se dejo su libreta de lengua en clase y yo, claro, brazos en jarra y cara de mamisiemprelohacetodobien, le espeté a mi pequeña: _No entiendo hija que seas tan despistada. 
En fin, me pasa muchas veces que me reconozco en mis hijas. Sus gestos, sus formas y maneras son en buena parte de su papá y su mamá. Nuestros hijos son a veces un reflejo personal de lo más exacto y eso nos agrada en lo bueno y nos enerva en lo malo. Y mira que yo misma me lo digo una y otra vez, que las palabras enseñan pero los ejemplos arrastran. Lo siento queridas niñas, mamá es Doña Despistes, mejor para ese tema, mirad a vuestro papá. 

viernes, 10 de mayo de 2013

Todavía tanta vida

ilustración Elna Ellis
Que el tiempo no se detiene y que la vida es un soplo. Que cierro los ojos y me veo sentada en el pupitre estrecho y largo de la facultad. Me recuerdo bailando despreocupada, leyendo como sorbiendo cada libro, respirando mi entonces eterna primavera, mi juventud que no acababa. 
Todavía me reconozco frente al espejo, todavía me brillan los ojos, todavía tengo tanto que hacer, tanto que ver. Todavía tanta vida. 
Pizpireta se ha apoderado de mi máscara de pestañas y juega a maquillarse a mi lado, mientras Pitagorina se peina una cola de caballo. El espejo me devuelve mi imagen y la de mis hijas. Dos pequeñas "miniyos" que batallan por convertirse en ellas mismas. Las miro orgullosa, como cualquier madre mira a sus hijos. Ya no bailo despreocupada, ya no duermo a pierna suelta, mis caprichos se esfumaron, me he quedado con un solo traje, con el que me visto todos los días, marca o firma: responsabilidad. Jamás volveré a caminar sola, pienso, mi sueño será ayudarles a dibujar su sendero para que dancen su propio baile y sueñen su propia vida.